El aumento o elevación de los glúteos se está convirtiendo hoy en día en uno de los procedimientos estéticos más demandados tanto por mujeres como por hombres.
La gluteoplastia es la intervención que permite aportar a los glúteos la forma y proyección proporcionadas al resto del contorno corporal. Se puede realizar sola o asociada al lifting de la parte interna del muslo o a la lipoescultura de otras zonas.
Existen tres técnicas:
La gluteoplastia con prótesis. A través de una cicatriz que queda muy bien disimulada en el pliegue entre las nalgas, se implantan prótesis de silicona especiales para glúteos que mejoran el contorno de este área y reafirma los tejidos. En el caso de personas cuya forma de glúteos sea «plana», esta intervención soluciona un problema estético que, en muchas de ellas ocasiona bastantes complejos.
La gluteoplastia con grasa constituye la técnica más moderna de gluteoplastia y la que mejores resultados proporciona. Supone extraer la grasa de una zona «donante» del cuerpo con un método parecido al de una liposucción. Esta grasa se purifica y posteriormente se introduce en las zonas del glúteo cuya forma se debe mejorar, de manera 100% adaptada al inestetismo específico. Como sucede con las liposucciones, las incisiones, y con ello las cicatrices, son mínimas y en general acaban siendo imperceptibles. Además, al extraer grasa sobrante de otra zona, se mejora a la vez la estética de la zona donante. El gran inconveniente es que no puede realizarse en personas muy delgadas, ya que no tienen suficiente grasa donante en otras zonas del cuerpo.
La gluteoplastia con colgajos es una técnica muy específica que permite aumentar y armonizar el glúteo cuando sobra mucha piel y está muy descolgado. Está especialmente indicada en personas que han sufrido una cirugía bariátrica y/o han perdido mucho peso.
Las técnicas de gluteoplastia son muy seguras, pero requieren de manos expertas.
El postoperatorio varía mucho en función de la técnica que se requiera. La gluteoplastia con prótesis es la que comporta más dolor e inflamación, y también puede aparecer contractura capsular (la membrana que genera el cuerpo alrededor de las prótesis se endurece), pero puede resolverse con el tratamiento adecuado. La gluteoplastia con grasa tiene una recuperación más ligera, similar a la de una liposucción. La gluteoplastia con colgajos tiene un postoperatorio que se encuentra entre los de las otras dos.
Abandona la idea de un glúteo caído o plano. Todo es posible!