No tod@s somos iguales, ni tenemos el mismo cuerpo ni los mismos complejos, y cada persona necesita una solución diferente para un problema diferente.
Por eso hemos decido dedicar el post de hoy a que no te sientas sola y compruebes que estar contenta con tu pecho siempre es posible si eres o te sientes mujer.
Los avances en Cirugía Estética permiten ofrecer diferentes técnicas para lograr que te sientan a gusto con tu pecho, tanto si consideras que es demasiado pequeño, o demasiado grande, o asimétrico, o que por el paso del tiempo, los cambios de peso, o algún embarazo, ha sufrido un fenómeno de vaciamiento o descolgamiento:
- Mamoplastia de aumento:
Es el procedimiento quirúrgico que utilizamos para aumentar el tamaño del pecho, bien sea mediante el empleo de prótesis, o utilizando grasa de la misma paciente cuando tiene exceso en otras partes de su cuerpo. Con ello, podemos lograr tanto aumentar el tamaño del pecho, como reparar asimetrías entre ambos, o rellenar la parte superior de estos cuando se han vaciado levemente tras la lactancia o un leve cambio de peso. El objetivo debería ser un aumento proporcionado a la altura de la persona, y al diámetro de su tórax y complexión. También es una de las cirugías que antes solicitan las personas que realizan una reasignación de sexo desde hombre a mujer.
- Mamoplastia de reducción:
Olvídate de los dolores de espalda, de los escotes desbordados y de las molestias que te pueda ocasionar el exceso de mama en la axila o las irritaciones de la piel del pliegue inferior del pecho. Con esta cirugía reducimos el tamaño de tu pecho a la vez que conseguimos elevarlo y armonizarlo, elevando y redimensionando la areola y el pezón si están demasiado descolgados o son demasiado grandes. También es una de las cirugías que antes solicitan las personas que realizan una reasignación de sexo desde mujer a hombre, en este caso eliminando la totalidad de la glándula existente y si es preciso, reduciendo y elevando los pezones y las areolas.
- Mastopexia (mamoplastia de elevación):
Con ella reformamos la mama descolgada a partir del propio tejido y además, si es necesario, se asocia un aumento discreto de volumen con prótesis o con tu propia grasa. Es un verdadero ejercicio de arquitectura glandular, que se reposiciona para devolverle la proyección a la mama, a la areola y al pezón, eliminando además el exceso de piel. Se utiliza si hay grandes asimetrías, o gran vaciamiento y caída de toda la mama (tanto la parte superior como la inferior), por lactancias prolongadas o grandes cambios de peso, con resultados realmente espectaculares.
Ya lo ves, cada problema tiene su solución. ¿Te animas?