El ácido hialurónico o hialuronano es una sustancia natural que se encuentra principalmente en la piel. Aunque su nombre lleve la palabra “ácido”, no se trata de un ácido fuerte, al contrario, la acidez del ácido hialurónico en agua (pH entre 5 y 8) es parecida a la del manto ácido de la piel. Tiene la increíble y única capacidad de atraer y retener 1000 veces su peso en agua. Sí, ¡MIL veces! Mucho más que cualquier otra sustancia biológica. Y lo que es aún más sorprendente es que proporciona agua a la piel, pero en la regula a su justa medida: un exceso de agua también es perjudicial porque puede deteriorarla.
Como casi todo en Medicina Estética, este tratamiento llegó como fruto de la observación de otros tratamientos médicos. O ni siquiera eso. La primera aplicación de este ácido fue médica: se inyectó en rodillas inflamadas de caballos de carreras consiguiendo una importante mejoría. A partir de ahí, empezó a utilizarse también en medicina humana en articulaciones y enfermedades de los ojos.
El auge del uso del ácido hialurónico en cosmética comenzó en la década pasada, tanto a nivel cutáneo superficial como inyectado en capas más profundas de la piel, especialmente en zonas con arrugas y en labios.
El ácido hialurónico nos permite remodelar de modo sutil y natural ciertas áreas faciales como los pómulos, el mentón, los labios o la nariz sin necesidad de cirugía y de modo progresivo. Es un material óptimo para realizar muchos tipos de tratamientos, por ser una sustancia que ya contiene el cuerpo humano tanto en la piel, las articulaciones y los cartílagos. De hecho, es un producto que desde hace tiempo es inyectado en las articulaciones por traumatólogos y reumatólogos como tratamiento de los daños que produce la artrosis, ya que es una molécula hidratante y lubricante natural.
Existen diferentes productos específicos para cada área a tratar. Un adecuado estudio anatómico y funcional previo determina cuál es la mejor técnica de aplicación y producto para cada caso.
En Clínica Toscana creemos en este producto que ha sido y es revolucionario en su uso en sus indudables beneficios. El estudio personalizado y adaptar la técnica a cada caso específico es sin duda la clave del éxito.
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