¿Cómo se aplica?

• Se debe analizar el balance de calorías consumidas frente a las que el paciente consume con su actividad diaria, que determina en general a qué ritmo se está ganando peso
• Se define la reducción exacta en la cantidad de alimentos, y especialmente la de los alimentos de gran densidad calórica
• En función de la actividad física diaria del paciente, y de su metabolismo basal se define una cantidad de ingesta diaria de calorías, organizándose el programa de menús para cumplir el objetivo marcado. Al ingerir menos calorías de las necesarias (balance calórico negativo), el organismo consume calorías a partir de las reservas almacenadas en forma de grasa, perdiendo peso y reduciendo volumen.

Posibles efectos adversos

• Esta dieta, como cualquier otra, debe estar supervisada por un médico especialista ya que tiene que ser equilibrada y tiene que garantizar el aporte de todos los nutrientes necesarios para el organismo con tal de proporcionar un buen funcionamiento tanto físico como mental del paciente
• Sin un nivel de ejercicio suficiente y un aporte suficiente de proteínas alimentarias, existe el riesgo de perder masa muscular, lo cual puede disminuir el metabolismo basal y favorecer la recuperación del peso perdido.

¿Para quién está indicado?
Para aquellas personas que precisan un reequilibrio en su peso y hábitos, una vez que desde el punto de vista médico se han descartado contraindicaciones y adaptado el programa al caso individual.

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