¿Qué es y para que sirve?

La genética determina hasta en un 40% el aspecto de nuestra piel y edad percibida. Los estudios genéticos determinan los genes implicados en el proceso de envejecimiento y permiten actuar a tiempo además de ralentizar el proceso y controlar sus efectos.

¿Cómo se aplica?

Mediante un bastoncito de algodón que se frota sobre la mucosa de dentro de la boca, se obtienen células que se envían a un laboratorio de análisis genéticos para analizar qué variantes existen para cada individuo en los genes ya identificados en la capacidad de regeneración de la piel, de su elasticidad, en su correcta pigmentación, sus capacidades de defensa, etc.

¿Qué resultados voy a obtener?

Proporciona información muy útil para ser combinada con el estilo de vida, la alimentación, la adecuada protección solar y la hidratación, y así conocer qué tratamientos tendrán mejor respuesta en función de la genética del paciente. Incluso existe la posibilidad de preparar cremas cosméticas absolutamente individualizadas para cada paciente en función de su genética específica.

Posibles efectos adversos

No existen, es simplemente un método diagnóstico.