Abdominoplastia

¿Qué es y para que sirve?

  • La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico cuya finalidad es eliminar el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen y reforzar la musculatura de la pared abdominal.
  • Mediante este procedimiento se consigue un abdomen más plano y firme, y una cintura más estrecha.

¿Cómo se aplica?

Hay 4 tipos de técnicas de abdominoplastia:

  • La abdominoplastia funcional se utiliza en personas mayores o en grandes obesidades. Tiene pocos riesgos, pero a la vez los resultados estéticos son moderados. Se emplea en pacientes que sólo desean eliminar el pliegue de la barriga.
  • La abdominoplastia clásica se utiliza desde hace mucho tiempo. Mejora mucho el contorno de la barriga si sobra mucha piel. Como contrapartida, tiene un mayor riesgo de complicaciones y no aporta un gran resultado si son abdómenes con poca grasa.
  • La lipoabdominoplastia comprende un grupo de técnicas nuevas que se describieron hace unos años en Brasil. Sobre la base de la abdominoplastia clásica, asocia técnicas de liposucción con técnicas de dermolipectomía. Así se mejora muchísimo el contorno corporal cuando el abdomen tiene más grasa, y además de conseguir que la cicatriz abdominal quede muy baja (siempre por debajo de la línea de la ropa interior). Su índice de complicaciones (como los seromas o la necrosis) es menor.
  • La minidermolipectomía es la técnica ideal para personas que tienen un abdomen superior correcto, y sólo tienen problemas en la zona del abdomen que hay por debajo del ombligo. Se puede asociar o no con liposucción para mejorar los resultados. La recuperación es muy rápida y la cicatriz es muy corta.

Por ello, esta intervención requiere una visita previa exhaustiva para decidir la estrategia quirúrgica más adecuada para cada caso

  • Antes de la intervención siempre será necesario realizar unos exámenes preoperatorios para comprobar la idoneidad del estado de salud del paciente para afrontar la cirugía.
  • La duración de esta intervención es variable, pero en general oscila entre 2 y 3 horas, y suele realizarse con anestesia general o peridural. Se suele requerir una hospitalización que varía entre 1 y 3 días. El paciente vuelve a casa con una faja compresiva, que en general debe llevar durante 4 semanas.
  • Las incisiones se suturan con puntos muy finos que se suelen retirar a los 10-15 días aproximadamente, y que suelen dejar cicatrices en general poco perceptibles con el tiempo. Las cicatrices de abdominoplastia se sitúan normalmente entre el pubis y la línea de la ropa interior, variando según la técnica quirúrgica. Las clásicas tienen cicatrices un poco más altas, las lipoabdominoplastias más bajas, y las minidermolipectomías son casi tan cortas como una cesárea.
  • En la abdominoplastia casi siempre hay, durante los 2 ó 3 primeros días, una molestia parecida a las agujetas en los abdominales, sobre todo al toser o al levantarse de la cama. Además la inflamación empieza a disminuir a la semana, durante la cual no se puede hacer esfuerzos ni coger grandes pesos.
  • La reincorporación al trabajo depende de la actividad física que se desempeñe. Si el trabajo es de oficina, en menos de una semana se puede reiniciar la actividad pero si en el trabajo se realizan esfuerzos, puede que sea necesario esperar una semana o más para reincorporarse.
  • No puede practicarse deporte durante el primer mes después de la cirugía.
  • Aunque el cambio se percibe de modo inmediato, el resultado definitivo se va consolidando en los meses siguientes.

¿Qué resultados voy a obtener?

Los resultados de una abdominoplastia, pueden ser definitivos siempre y cuando se acompañen de una dieta saludable y ejercicio físico periódico. Es una cirugía que deja cicatrices permanentes aunque disimulables.

Posibles efectos adversos

  • Ninguna cirugía está exenta de complicaciones, aunque las técnicas más modernas de lipoabdominoplastia hacen de esta intervención una técnica muy segura.
  • Si en las primeras horas se acumula sangre en los tejidos intervenidos, se soluciona ya en clínica mediante la evacuación del hematoma.
  • Los primeros días también hay riesgo de infección y normalmente se proporciona un antibiótico para evitarla y se pautan unas curas sencillas. También se puede acumular un líquido claro (lo que técnicamente se denomina seroma), que se trata mediante punción y compresión hasta que se vacíe y desaparezca.
  • En personas mayores de 65 años, o bien fumadoras o bien diabéticas, hay un riesgo aumentado de necrosis. La necrosis es la falta de irrigación de los tejidos que hace que las cicatrices tarden más en cerrarse y se requieran curas posteriores, o incluso problemas más graves. Por ello es una cirugía que exige que el paciente deje de fumar por completo las semanas previas y posteriores a la misma y que la diabetes esté bien controlada.

¿Para quién está indicado?

Para aquellas personas con exceso de piel y grasa abdominal y debilidad en los músculos abdominales que quieren solucionar este problema mediante una técnica quirúrgica definitiva, siempre y cuando se mantengan unos hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico.

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